Autorretrato
	
	
		
			Atrás
		
	
	
		Y al fin la encontré en el rincón más oscuro de mi ser. 
		Habitaba como la base de una montaña cuando oscurece el cielo. 
		Creí que al estar allí la había perdido, 
		Más comprendí que el tiempo le había designado ese lugar.
		Acto seguido, 
		Nos abrazamos, 
		lloramos y perdonamos. 
		Desde ese entonces,
		Esa niña y yo, 
		Caminamos siempre juntas. 
		
	
	
		Asombro
	
	
		Errante
	
	
		
			Escuchar
		
	
	
		
			Ver PDF